Una tesis revela que más del 50% de padres en procesos de separación o divorcio que luchan por la custodia ocultan síntomas psicopatológicos
¿Cómo es posible que los padres que luchan por la custodia de sus hijos presenten un estado psicológico mejor que el del resto de la población? La respuesta es sencilla: mienten. Y lo hacen más del 50% de los progenitores inmersos en divorcios o separaciones y con disputa de la guardia y custodia de sus hijos, tal y como demuestra una tesis sobre la disimulación u ocultación de síntomas psicopatológicos.
Su autora, la buenense Andrea Sotelo, busca "perfeccionar" con el estudio los actuales protocolos de evaluación y hacerlos más fiables. "Los datos demuestran que más de la mitad de los padres ocultan sintomatologías, pero en un contexto judicial no podemos cometer ningún error y sólo rd posible establecer sin lugar a dudas que lo hacen un 25%", puntualiza.
El estudio compara los datos de 234 padres, 101 con custodia de los hijos y 133 sin ella, en procesos de separación y divorcio con los de otros 200 que no se encontraban sometidos a ninguna evaluación. "Al contrario de lo que dice la literatura sobre el estrés que generan estas situaciones y cómo agravan los síntomas que ya podían padecer los progenitores, descubrimos que estaban por debajo de la normalidad, lo que quiere decir que disimulaban", aclara esta licenciada en Psicología por Santiago y contratada predoctoral por la Universidad de Vigo.
A partir de los dos test que se utilizan actualmente (MMPI-II Y 16-PF-5), establece "puntos de corte efectivos" entre la lógica deseabilidad social que muestran los padres al tratar de obtener una buena evaluación y el "engaño" o la ocultación de síntomas o patologías "que van más allá" de ese momento puntual como la depresión, la histeria o una desviación psicopática y que podrían poner en peligro "la salud psíquica o el ajuste psicológico de los hijos".
El estudio está dirigido por la catedrática de Psicología del Menor de la Universidad de Vigo Francisca Fariña y la profesora compostelana Mercedes Novo y ha contado con la colaboración de la Unidad de Psicología Forense de Santiago, que dirige Ramón Arce. La tesina previa ya le valió a Sotelo un premio de investigación de la Diputación.
Defender a los menores
"Tener un protocolo válido y fiable en estas evaluaciones es imprescindible. Es una aportación muy relevante para el contexto forense porque estamos hablando de menores y los profesionales tenemos que defender sus intereses", destaca.
Los actuales protocolos abordan más aspectos que los incluidos en su estudio, puesto que también se realizan entrevistas, interacciones y aporte de documentación, entre otros, además de la evaluación de los menores: "En un proceso de separación y divorcio mal encauzado hay menores que pueden desarrollar trastornos psicológicos, problemas escolares o incluso comportamientos antisociales. En determinados casos, todo esto puede agravarse porque los niños se ven obligados a posicionarse por un progenitor en contra del otro, pero eso no se ha estudiado en la tesis".
Defiende la custodia compartida, siempre que beneficie al menor: "Es la que más favorece a los hijos. La alternativa más adecuada para resolver una ruptura matrimonial es la mediación".
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