En los últimos años, la existencia de comportamientos agresivos de distinta naturaleza en las relaciones de noviazgo ha sido constatada en numerosos trabajos de investigación. Cuando se analizan las diferencias existentes entre sexos, los estudios informan que tanto los varones como las mujeres presentan una cantidad comparable de agresiones en el noviazgo pero se diferencian en la naturaleza de los actos violentos que emiten o sufren. Así, en general, los varones sufren más abusos psicológicos y las mujeres mayoritariamente son víctimas de abuso y acoso sexual respecto a los hombres.
Para llegar a explicar este tipo de comportamientos agresivos en población juvenil se han propuesto, desde distintas posturas, diversas variables explicativas. Por una parte, se propone el asumir el propio género (es decir, ser hombre o mujer) como variable explicativa en sí misma y, por otra, se proponen otras relacionadas con la naturaleza de la propia relación de pareja/noviazgo como más determinantes, especialmente el grado de compromiso entre sus miembros y el tiempo de relación.
Este es punto de partida de nuestro trabajo que tiene un doble objetivo, aportar datos referentes a la prevalencia de la agresión sexual en el noviazgo en parejas jóvenes y presentar un modelo explicativo de la misma valorando el peso real de diferentes variables de análisis relacionadas con la presencia de otros tipos de agresión dentro de la relación, en una muestra representativa de adolescentes y jóvenes españoles (4052 jóvenes de ambos sexos entre los 16 y 26 años).
Los resultados obtenidos señalan que cerca del 24% de los jóvenes encuestados de ambos sexos admiten haber agredido sexualmente alguna vez a sus parejas, siendo el porcentaje de hombres agresores significativamente superior al de las mujeres. En el caso de los varones, éstos admiten con mayor frecuencia: a) haber amenazado con terminar la relación de noviazgo si su pareja no accede a mantener relaciones sexuales; b) insistir verbalmente en mantener relaciones sexuales a pesar de que su pareja no las desee y, c) utilizar alcohol/drogas para terminar con la resistencia de su pareja a mantener relaciones sexuales. Estos datos encontrados en la muestra masculina, son coincidentes con los aportados por las mujeres que afirman ser víctimas especialmente de insistencias verbales a pesar de su negativa y de amenazas por parte de sus parejas sobre el fin de la relación en el caso de no acceder a los deseos de sus parejas.
En cuanto al análisis de los predictores de la presencia de actos agresivos de índole sexual, los datos señalan que son mucho más frecuentes en aquellas parejas de jóvenes en las que también se dan otros tipos de violencia, especialmente agresiones verbales, físicas y el uso de tácticas dominantes (insistencia en controlar los movimientos de la pareja) y celosas dentro de la interacción. Por otra, también el estadio en el que se encuentra la relación ha resultado ser un factor importante puesto que parece que el hecho de encontrarse en una relacion nueva, es decir, en una relación en la que todavía no existe un alto grado de compromiso o una intención clara de mantener una relación exclusiva hace que los jóvenes lleven a cabo con mayor frecuencia actos abusivos de naturaleza sexual con sus todavía «nuevas» parejas.
Finalmente, la totalidad de los resultados vuelven a confirmar la idea de la coexistencia e interrelación de diferentes formas de violencia en las relaciones de pareja donde sus miembros llegan a perder el control de las situaciones en las que se encuentran y se ven inmersos en una espiral conflictiva que debe ser atendida en su conjunto, sin duda, a través de esfuerzos preventivos globales.
muy interesante, si señor!
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