Las emociones no sólo juegan un papel importante para mantener el equilibrio fisiológico de nuestro organismo; también ayudan a relacionarse con las demás personas. Existen diferentes teorías sobre la lateralización de la percepción de las emociones en el rostro, pero un nuevo estudio, dirigido por José Antonio Aznar-Casanova de la Universidad de Barcelona y publicado en la revista Laterality, sugiere que los humanos percibimos de forma más rápida y precisa las emociones positivas, como la felicidad y la sorpresa, que las negativas, como la tristeza o el miedo.
Hace 6 años
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