El psicoanálisis, como admiten sus propios seguidores, no compone las cosas rápidamente. Y eso, en la era de lo inmediato, el zapping, el fast food y la obsolecencia precoz de todo, es casi imperdonable. De allí el surgimiento de terapias breves, que trabajan con objetivos puntuales en sesiones contadas. Pero, a pesar de la competencia feroz de las nuevas técnicas, el psicoanálisis sigue dando batalla. En las carreras de psicología la mayoría de las cátedras son de psicoanálisis. También lo demuestran las 200 instituciones psicoanalíticas porteñas, que suman pacientes a diario.Terapia Cognitiva Conductual. Transaccional. Sistémica. Gestáltica. Conductista. Hipnosis. La oferta crece y crece. Los psicoanalistas primero aclaran que estas técnicas se basan en el psicoanálisis, y luego las atacan con distintos argumentos, hasta tildarlos de ligeros y poco serios. El psicoanálisis nació en 1890 y más allá de algunas corrientes, reinó hasta mediados del siglo pasado, cuando empezaron a imponerse las "nuevas ciencias de la conducta", como la psicología positiva. Desde entonces, ante el auge de una nueva terapia, se pone al psicoanálisis en el tapete, y se lo critica por sus sesiones interminables centradas en el pasado.
"Cada tanto nos encontramos con que el psicoanálisis ha muerto o no goza de buena salud. Si es necesario repetirlo es que sigue vivo. Si no para qué preguntar. Desde su nacimiento no deja de recibir críticas, la mayoría no son honestas ya que provienen del más profundo desconocimiento y de intereses económicos, como la medicalización del sufrimiento", dice Silvina Dal Maso, psicoanalista de Fundación Buenos Aires. "El psicoanálisis tiene eficacia, y por eso siempre se lo combatió. De ninguna manera está muerto o agonizando. Donde se lo ofrece, quien padece una enfermedad psíquica lo toma y sigue un tratamiento. Hay una gran cantidad de pacientes –asegura Miriam Mazover, fundadora de Centro Dos–. Pasa que el psicoanálisis no ofrece soluciones prêt à porter, sino que va a contramano de la rapidez".
Desde el Instituto de Psicología Argentino (INEPA), su directora, Elsa Alvarez, sostiene que las nuevas técnicas derivadas de la psicología positiva "son mucho más rápidas y efectivas. El terapeuta debe aprender más, pero a cada paciente le responde con la técnica que más le conviene".
La directora del Centro de Terapia Cognitiva de Buenos Aires, Sara Baringoltz, se despega del concepto "breve": "Ningún aporte cognitivo serio plantea soluciones ya, pero si la consulta es por un problema a solucionar, se lo focaliza. Si alquien tiene miedo a volar y su trabajo le exige viajar en avión frecuentemente, no puede hacer una terapia que le lleve años. O si sufre ataques de pánico necesita una solución en poco tiempo para salir del sufrimiento. Esto no significa que negamos situaciones previas que originaron el problema o sus consecuencias. Se puede operar sobre la urgencia y luego trabajar sobre los aspectos de personalidad que favorecieron los episodios".Julio Moreno, de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, sostiene que "el psicoanálisis no se adapta a la vida de hoy, como sí hacen las terapias breves al buscar que la gente viva de acuerdo a la sociedad actual. El psicoanálisis ayuda a encontrar el sentido a las sensaciones". Y retoma el ejemplo del ataque de pánico: "Con que alguien escuche, entienda y trate de ayudar, el paciente ya mejora".
Andrés Rascovsky –hijo del médico Arnaldo Rascovsky y presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina– dice: "La práctica psicoanalítica es compleja porque enfrenta al hombre con sus conflictos, cuando hay una resistencia natural a los viejos conflictos. Todos tendemos a la negación".¿Qué opina de las nuevas terapias? "La cognitiva amputa un aspecto del yo (deseos, pulsiones, conflictos anteriores). La conductista usa el consejo, la sugestión. Los gestálticos toman el inconsciente de manera ligera. Es que en la cultura del 'todo ya' se cree que el problema se resuelve con abolir el síntoma, cuando no es así. El psicoanálisis implica trabajo psíquico y tiempo". ¿Pero está de acuerdo con las terapias de años...? "Sí. ¿Por qué es natural ir dos veces por semana al gimnasio y no a terapia?" Rascovsky se despide con un viejo dicho popular : "A la larga, lo barato sale caro...".
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