jueves, 20 de agosto de 2009

Robots que son como niños

Imagine: Hay un bebé de un año justo delante de usted. Está jugando y de repente rompe a llorar a viva voz. Se le nota intranquilo. ¿Sabría qué le pasa? ¿Qué habría que hacer para aliviarles? ¿Se imagina que un ordenador le dé la solución? Pues dentro de poco no será ciencia ficción. Un investigador mallorquín ha ideado un programa informático que permite simular el comportamiento de un ser humano en el ordenador. Esta aplicación está pensada para ayudar a los psicólogos en los diagnósticos a menores de edad.

Alberto Amengual es el responsable del proyecto. Este licenciado en Ingenieria Informática ha pasado sus últimos cinco años en Berkeley (California, EEUU) desarrollando este sistema de simulación. Gracias a su esfuerzo y a la estancia en el extranjero –"y a las becas de investigación", añade él–, el programa ya es una realidad.

Su objetivo inicial era estudiar el comportamiento de un niño en la llamada situación extraña. Es decir, se lleva a un niño a una habitación con juguetes y se estudia cómo interacciona con ellos. Luego aparece el cuidador (su padre o madre) o bien un desconocido. "Eso les provoca un cierto nivel de estrés y reaccionan de forma diferente. Los niños seguros dejan que el cuidador les calme. Los inseguros tienden a ignorar al cuidador, pero en realidad aparentan que no le hacen caso mientras que le están vigilando", explica Amengual.

Para comprobar esta teoría formulada hace décadas, el científico mallorquín desarrolló un programa de ordenador que permite reproducir el comportamiento y las reacciones de un niño de un año de edad. "Es un simulador muy realista. Tiene leyes de gravedad, de roce...". Además, sus robots virtuales están programados para actuar de forma autónoma, sin que se les indique qué han de hacer: "Hay variables que hacen que varíe su relación afectiva con las personas. Hay muchos estímulos que le afectan. Los cambios se producen cuando el robot recibe estímulos diferentes. En el simulador todo comienza igual pero nunca acaba igual", comenta el ingeniero. Y es que esos robots reproducen simplificadamente un cerebro humano. Así como nuestra materia gris tiene millones de neuronas, estos robots tienen unos centenares de variables que les permiten actuar de forma natural.

Este ambicioso proyecto está llamado a ser una herramienta en el futuro de la psicología, un ámbito en que las nuevas tecnologías escasean. "Un psicólogo no puede observar cómo funcionan los mecanismos mentales. Tiene que estudiarlos experimentando. Este programa está construido a partir de las hipótesis sobre el comportamiento que han planteado los psicólogos antes", razona Amengual.

Pero, ¿qué podría hacer exactamente un psicólogo con esta herramienta? Lo que el desarrollador espera es que en el futuro se puedan hacer diagnósticos clínicos: "A los psicólogos les ayuda saber cómo funciona nuestra mente para saber cómo hay que intervenir. A la larga les ayuda a acertar más en los tratamientos. Todo eso se podrá hacer cuando el programa sea más complejo y se perfeccione". De momento, sólo se pueden simular las actuaciones de niños de un año en unas determinadas condiciones. El futuro pasa por crear un grupo de trabajo que pueda mejorar la aplicación para reproducir una persona de cualquier edad en una situación aleatoria.

Aunque este invento puede resultar de gran utilidad para la ciencia, también tiene un cariz negativo. Amengual advierte que "los robots algún día entrarán en las casas". Con un programa como el que ha elaborado, robots reales podrían proceder como humanos y tener comportamientos afectivos con otras personas. "Podrían construirse robots que hagan de niño, de forma que, si su cuidador se va, se ponga a llorar o le persiga", comenta.

Acto seguido, él mismo se pregunta si es ético hacerlo: "¿Queremos que los robots se comporten así? ¿Cómo responderíamos a un robot con sentimientos? No me gustaría nada que mi invento se utilizara para eso, porque los humanos tendrían problemas para interactuar con ellos". ¿Y podrían dominar estos robots a los humanos? "Estaríamos indefensos y cabe la posibilidad de que nos manipulasen. Se pervertiría todo el conocimiento de la psicología en contra de la humanidad", concluye el científico.

1 comentario:

  1. las emociones humanas de un niño y lo que sienten los adultos por ello,no pueden controlarse a travez de la informatica,estariamos robotizados,que se pierde nuestra esencia.la informatica sirve para algunos aspectos de la vida,pero en lo afectivo hay que dar rienda suelta a nuestros sentimientos

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