Enrique Echeburúa y Paz de Corral
Editorial: Pirámide
176 páginas
Las respuestas de ansiedad están integradas en las conductas de los niños y, en general, de todas las personas como reacciones defensivas innatas. Como mecanismo de vigilancia del organismo, sirven para alertar ante el menor peligro desempeñando, así, un papel protector en la preservación del individuo y de la especie. Por ello, las respuestas de ansiedad —dentro de ciertos límites— son más un signo de salud que una señal de enfermedad, aunque en ocasiones las respuestas de ansiedad no desempeñan una función adaptativa, se disparan de forma totalmente descontrolada y son causa de sufrimiento para los niños que las experimentan.
Hace 6 años
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